lunes, 8 de octubre de 2012

EL BOTE VACIO


Este post tiene dedicatoria a un inspirador de este espacio, el cual es el primer suscriptor de este blog "Joan", saludos hasta Barcelona....puedes seguir sus aportaciones en el Blog de Joan... Un abrazo..

El que gobierna hombres vive en la confusión, 
El que es regido por hombres vive apesadumbrado. 
El Tao es por esta razón deseado, 
ni para influenciar a los demás 
ni ser influenciado por ellos. 

La forma de aclarar la confusión y liberarse de los pesares, 
es vivir con el Tao en la tierra del vacío. 

Si un hombre está cruzando un río 
y un bote vacío colisiona con el suyo, 
incluso aunque sea un hombre de mal genio, 
no se encolerizará mucho. 
Pero si ve a un hombre en el otro bote, 
le gritará para evitar el choque. 
Y si éste desoye sus advertencias, vociferará 
una y otra vez, y empezará a maldecir. 
Y todo porque hay alguien en ese bote. 
Así pues, si el bote hubiese estado vacío, 
no hubiera gritado, 
ni se hubiese encolerizado. 

Si tú puedes vaciar tu propio bote 
cruzando el río del mundo, 
nadie se te opondrá, 
ni nadie buscará hacerte daño, 
El árbol recto es el primero en ser cortado, 
la fuente de agua clara es la primera en ser agotada. 
Si deseas ahondar en tu sabiduría 
y avergonzar al ignorante, 
si deseas cultivar tu personalidad para eclipsar a otros, 
una luz brillará a tu alrededor 
como si te hubieras tragado al sol y a la luna, 
y no podrás evitar la desgracia. 

Un sabio ha dicho: 
“El que está satisfecho consigo mismo 
ha hecho un trabajo sin valor alguno". 
El éxito es el principio del fracaso, 
la fama es el comienzo de la desgracia. 
¿Quién puede liberarse a sí mismo 
de las metas y de la fama 
y descender y perderse 
entre las multitudes? 

El que así lo haga fluirá, como el Tao, sin ser visto, 
discurrirá como la vida misma 
sin nombre y sin hogar. 
Simple es, sin distinciones. 

A los ojos de todos aparece como un tonto. 

Sus pasos no dejan huella. 

No tiene poder alguno. 

No alcanza nada, no tiene fama. 
Puesto que no juzga a nadie, 
nadie le juzga. 

Así es el hombre perfecto: 
su bote está vacío.

OSHO
El Bote Vació