Exfoliante. El bicarbonato tiene la capacidad de neutralizar los ácidos que oxidan y envejecen la piel prematuramente. En media taza de avena, mezcla dos cucharaditas de bicarbonato y una de agua. Úsalo como exfoliante para remover las células muertas y darle a tu piel un respiro.
Purifica tu cabello. Los tratamientos para el pelo suelen dejar una capa de químicos conocida como build-up. Con el tiempo, esta capa va quitando brillo y movimiento a tu cabellera. En una botella de medio litro de agua añade tres cucharaditas de bicarbonato. Una vez por semana, después del shampoo, vierte la solución de bicarbonato en tu pelo, haz un masaje desde la raíz hacia la punta y enjuágalo. El bicarbonato removerá los residuos químicos, ...
Desodorante. Cuando la industria cosmética y de limpiadores no era el monstruo tóxico que es ahora, nuestras abuelas utilizaban bicarbonato para eliminar los malos olores. El bicarbonato no tapa el olor con perfumes fuertes, sino que realmente elimina el olor; al equilibrar los niveles de acidez y alcalinidad que permiten la proliferación de hongos o bacterias, se reducen considerablemente las causas fundamentales del mal olor.
Pruébalo como desodorante personal: mezcla cuatro cucharaditas de bicarbonato con diez gotas de tu aceite esencial favorito y aplica un poco en tus axilas. Ve midiendo la cantidad y la frecuencia de aplicación de acuerdo a tus necesidades.
Como sales de baño. Lo ideal es darse un baño de tina, pero si no te es posible, mezcla media taza de bicarbonato en un litro de agua. Después del jabón, usa la solución para darte un masaje vigoroso en todo el cuerpo. Cuando el bicarbonato se combina con el agua calma la irritación de la piel, regula el pH y actúa como suavizante.
Repara tu manicure. Moja la punta de tus dedos y con un poco de bicarbonato masajea la cutícula y las uñas. Añade unas gotas de miel y agua para extender el tratamiento hasta la muñeca. El bicarbonato no sólo es un buen exfoliante, también retrasa el crecimiento de la cutícula y la formación de callosidades, y ayuda mantener sanas tus uñas.
Sonrisa blanca y limpia. Una o dos veces por semana, lávate los dientes con bicarbonato y una segunda vez con pasta de dientes. El bicarbonato actúa como blanqueador y agente preventivo. Al equilibrar el pH de las mucosas, también ayuda a evitar el mal aliento.
Para el acné. La leyenda urbana de la pasta de dientes para secar granitos se debe, en buena medida, a que contiene bicarbonato de sodio. Evita la irritación de la pasta y quédate sólo con el bicarbonato: mézclalo con unas gotas de agua en la palma de tu mano hasta formar una pasta y ponlo sobre el granito. Evitarás que hongos y bacterias proliferen y será más rápido el proceso de cicatrización.
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