Considero que la religión es el último lujo, hablamos de la religión, como una búsqueda de la verdad. Una búsqueda de Dios.
Solo cuando una sociedad se vuelve opulenta la religión se vuelve significativa. Y ahora, por vez primera, una gran parte del mundo no es pobre. Particularmente América es la primera sociedad en la historia de la humanidad en alcanzar tal opulencia.
Para ser religioso o para interesarse por las cuestiones esenciales de la vida uno realmente necesita haber satisfecho todos los pequeños deseos y necesidades. Así que para mí una sociedad pobre no puede ser religiosa.
Hay una diferencia básica entre la religión de un hombre pobre y la religión de un hombre rico.
Si un hombre pobre se interesa por la religión será tan solo para que sea un substitutivo. Hasta cuando rece a Dios lo hará por cosas económicas; el problema básico del hombre no habrá surgido todavía para él. Así que en cierto sentido Marx tiene razón cuando dice que la religión es el opio del pueblo. Tiene toda la razón acerca de los pobres: ellos no pueden satisfacer sus necesidades básicas de la vida, así que la sustituyen con la oración, la meditación, el yaga y la religión.
Para el hombre rico hay un cambio de dimensión básico, ya no está pidiendo cosas económicas, esta preguntando por el significado de la vida. Krishna, Mahavira, buda, los veinticuatro tirthankaras de los jainas y los veinticuatro avatares de los hindúes eran todos ricos: de sangre azul, hijos de reyes.
Solo Jesús fue pobre: por eso fue crucificado. El hijo de un hombre pobre se le puede crucificar muy fácilmente...
Osho
Del blog Osho Despierta