Maestro, quisiera ser un gurú lleno de sabiduría y juntar multitudes, como tu. ¿Debo abandonar el mundo y dedicarme a la oración y a la meditación? No hijo, sólo debes dejarte crecer la barba y el pelo y pintarlos de blanco, aprender a poner ojos tristes, sentarte en loto y vestirte con túnicas de color fuerte.
Todas las bellacadas que se te ocurra decir tus eventuales adeptos ya las han pensado pero no se atreven a expresarlas; quieren oírlas.
Todas las bellacadas que se te ocurra decir tus eventuales adeptos ya las han pensado pero no se atreven a expresarlas; quieren oírlas.
Cuento zen #3
Cuentos Zen para la Vida Diaria y los Negocios
Cuentos Zen para la Vida Diaria y los Negocios
Diálogos para una aproximación zen a una vida plena
Mariano Merino
Mariano Merino