domingo, 11 de enero de 2015

EL MISTERIO ES LA FUENTE DEL ARTE Y DE LA CIENCIA


El misterio es la cosa más bonita que podemos experimentar. Es la fuente de todo arte y toda ciencia verdaderos.

El misterio es la antesala del verdadero conocimiento.

Darnos cuenta de todo lo que no sabemos estimula nuestra receptividad y nos pone en la senda del crecimiento personal.

Antes de convertirse en un reconocido escritor y científico, Carl E. Sagan fue un niño con una enorme capacidad para sorprenderse que parloteaba incesantemente sobre estrellas y dinosaurios. Sus progenitores alentaban en él esta curiosidad como parte de su educación. En sus propias palabras: «Mis padres no eran científicos. No sabían casi nada de ciencia. Pero al iniciarme simultáneamente en el escepticismo y al hacerme preguntas, me enseñaron los dos modos de pensamiento que conviven precariamente y que son fundamentales para el método científico».

Toda su vida cambió cuando, a los cinco años, visitó la Exposición Universal de 1939, entendiendo tras todo lo que vio allí que «el mundo contenía maravillas que yo nunca había imaginado».

Como niño intrépido, amaba los misterios de la naturaleza y visitaba la biblioteca pública para estudiar el mundo que lo rodeaba: «Me acerqué al bibliotecario y le pedí un libro sobre las estrellas [...] Y la respuesta fue sensacional. Resultó que el sol era una estrella pero que estaba muy cerca. Las estrellas eran soles, pero tan lejanos que únicamente parecían puntitos de luz [...] De repente, la escala del universo se abrió para mí. Fue una especie de experiencia religiosa. Había algo magnífico en ello, una grandiosidad, una escala que nunca me ha abandonado, que jamás me abandonará».

Sus padres lo ayudaron a fomentar esa pasión a través de lecturas, visitas y juegos, los cuales alimentaron su curiosidad y lo llevaron a publicar varios libros y artículos.

Con el paso de los años, Sagan promovió la búsqueda de inteligencia extraterrestre, con el proyecto SETI, así como el estudio del efecto invernadero a escala planetaria.

Tomado del libro:
Einstein para despistados
85 soluciones atómicas para problemas 
  
 relativamente graves
Allan Percy
Fotografía de Internet