miércoles, 4 de marzo de 2015

MUCHO MÁS QUE EL CONTACTO GENITAL


La sexualidad incluye mucho mas que el contacto genital.

Pero cuidado, pensar que el sexo es un pito dentro de una vagina es una idea necia.

En el siglo XXI esto ya no puede ser cierto. No podemos pensar que nuestra sexualidad se corresponde con el contacto de dieciocho centímetros cuadrados de piel.

La sexualidad tiene que ver con muchas mas cosas, no sólo con la penetración y la mera historia del orgasmo. Tiene que ver con una función fundamental relacionada no ya, por supuesto que no, con la procreación, sino con el contacto, el placer, la comunicación y el encuentro con el otro.

Pensar que el placer reside en quién acaba antes y quien después, pensar que el placer se define en si terminé o no terminé, es la historia de los tipos que se quejan porque creen que tiene el pito corto (95%). Y entonces uno se pregunta: ¿Corto para que?. ¿Cuál es la idea de lo corto?. ¿De que se trata la fantasía de la virilidad relacionada con el tamaño del pito?

Hay dos órganos fundamentales, que son los que mas intervienen en la sexualidad: la piel y el cerebro. Si bien es cierto que en una etapa hay una genitalización de la energía relacionada con la libido, esto es sólo en el momento preorgásmco. En el resto del tiempo habrá que ver cómo administramos toda la energía que nos sucede.

La excitación sexual es energía que se acumula y que circula por todo mi cuerpo. Tratar de focalizarla en los genitales, en una erección o en cierta humedad, me parece que es demasiado nimio. La sexualidad le sucede a todo mi yo.

Si no encontramos nuestra satisfacción, sería bueno ver que nos pasa a nosotros. Porque existe una fantasía harto peligrosa desde el punto de vista formal: creer que el problema lo tiene solamente el otro El problema se coloca en el otro:

“Lo que pasa es que vos sos frígida”...

“Lo que pasa es que vos sos eyaculador precoz”...

Mi propuesta es colocar el problema en el desencuentro entre nosotros.

Seguimos juntos, buscamos, intentamos, probamos, pedimos ayuda, invitamos a alguien... En fin, lo decidimos juntos, pero no lo colocamos en el otro.

Sepamos aceptar que no es culpa de uno o del otro. Lo nuestro no está por alguna razón.

Extracto del libro:
El Camino del Encuentro
Jorge Bucay
Fotografía  tomada de internet