lunes, 8 de junio de 2015

DEJARSE IR


En cuanto uno sabe cómo hallarse en un estado de dejarse ir, entonces por primera vez la vida comienza a acontecer Nos esforzamos innecesariamente por alcanzar algo; de hecho, el mismo esfuerzo es el estorbo. 

La vida sucede... no se puede alcanzar. Cuanto más se afana uno, menos tiene. No hace falta ir hacia ella, viene por su propia cuenta. Lo único que hace falta es un estado total de receptividad, de apertura. Hay que convertirse en un anfitrión de vida. No se requiere perseguirla. En eso anida la desdicha; cuanto más la perseguís, más se aleja.
 

Y la vida lo contiene todo. Contiene a Dios, contiene felicidad, bendición, belleza, bondad, verdad, o lo que busques... lo contiene todo; no hay nada aparte de la vida. La vida es el nombre de la totalidad de la existencia. 

Hay que aprender a estar pacientemente relajados y tiene lugar el milagro de milagros: cuando estas totalmente relajados, un día de pronto algo cambia. Desaparece un telón y ves las cosas tal como son. 

Si tienes los ojos demasiado llenos de deseos, expectativas v anhelos, no pueden ver la verdad. Están cubiertos por el polvo del deseo. Toda búsqueda es inútil. La búsqueda es un producto secundario de la mente. Encontrarse en un estado de no búsqueda es el gran momento de la transformación. 

Todas las meditaciones son simples preparativos para ese momento. No son verdaderas meditaciones, sino preparativos para que un día, simplemente, puedas sentarte, sin hacer ni desear nada.

Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 287
Fotografía tomada de internet