El nuevo día no es más que un tajo en la negrura del cielo y ya despiertan las mujeres, encienden los fogones, comienzan los trajines.
—¿Cómo amaneciste?
En los años de la guerra, cada cuerpo de mujer era un mapa del miedo en los campos de El Salvador. Si al amanecer el miedo pinchaba la barriga, el ejército se estaba acercando. Si el miedo oprimía los pechos, alguno de los hijos no había regresado a casa. Si el miedo dolía en los riñones, iba a faltar agua en el pozo.
Tomado de:
Cuentos de Galeano en la Jornada
Eduardo Galeano
Fotografía de internet
Cuentos de Galeano en la Jornada
Eduardo Galeano
Fotografía de internet