viernes, 19 de mayo de 2017

CONOCE TU SER







Meditación 


Iluminación 


Trascendencia 


Mente





La meditación no puede ser una parte. O bien es todo, o no es. Es una ocupación de veinticuatro horas. No puedes hacerla y de­jarla. No es un fragmento, como ir a la iglesia o al templo, meditar algunos minutos y después terminar con eso. No es un acto que puedas ejecutar y luego dejarlo. No es un acto; eres tú. ¿Cómo puedes hacerlo y terminar? Es por vein­ticuatro horas. La meditación es un modo de vi­da. No es una actividad; es tu ser mismo. Tiene que ser constante, tiene que ser continua; tiene que serlo. Mientras estás caminando, comiendo, o incluso cuando estás durmiendo, tiene que estar allí. Debe transformarse en una continui­dad cristalizada. Sólo entonces se produce la iluminación; nunca antes.





Un meditador real se vuelve auténticamente un forastero. Se queda fuera. Se queda a una distancia tan grande que puede observarse a sí mismo como si estuviera observando a otra per­sona. Las preocupaciones estarán allí, igual que las olas están en la superficie del océano, pero en las capas más profundas del océano no hay olas. Si te identificas con las olas, habrá proble­mas. Esta identificación es la causa radical de toda desdicha. Cuanto más te alejas, más se di­suelve la identificación: se quiebra, cae. De re­pente, estás en el mundo pero no eres parte del mundo. De repente, has trascendido.





Hay sólo una trascendencia, y la trascendencia es el úni­co modo. Y esa trascendencia implica volverte más y más profundamente hacia tu interior. Simplemente, observa tu mente y llegarás más adentro.





Sólo recuerda que no eres la mente y llegarás más adentro. Sólo recuerda que no debes caer en la vie­ja trampa de evadirte en el pasado o en el futuro. Sólo recuerda que no estás aquí para viajar sino para ser. No estás aquí para transformarte en algo (ya eres aquello en lo cual te puedes transformar), sino simplemente para conocer este ser, qué es...









Referencia:


El dios de todos (Osho)


Un camino espiritual para descubrir a Dios


Fotografía tomada de internet