Absorción
Libertad
Plegaria
Divinidad
Totalidad
El todo es naturaleza. Digo el todo: no sólo los árboles, no sólo las nubes. El todo. Sea lo que sea lo que sucedió, ocurrió a causa de la naturaleza. No hay nada que no sea natural: no puede haberlo pues, de ser así, ¿cómo se habría producido? Todo es natural. Entonces, no crees una división: esto es natural y esto no lo es. Sea lo que sea, es natural. Pero la mente se maneja con distinciones, con divisiones. No permitas divisiones; acepta lo que sea, y acéptalo sin analizarlo.
Ya sea que estés en el mercado o en las colinas, estás en la misma naturaleza. En algunos sitios, la naturaleza ha tomado forma de colinas y árboles; y, en otros sitios, se ha transformado en tiendas comerciales.
Una vez que conoces el secreto de la aceptación, hasta el mercado se torna hermoso. El mercado tiene cierta belleza: la vida que reina en él, la actividad, la hermosa locura que circula a su alrededor. ¡Tiene su belleza propia! Y recuerda: las colinas no serían tan hermosas si no existieran los mercados. Las colinas son tan bellas y silenciosas porque existe el mercado comercial. Éste les aporta silencio a las colinas.
Es decir que, en todas partes (ya sea que estés en el mercado, o haciendo "Hace Krishna, Hare Rama", o sentado en silencio debajo de un árbol), tómalo como un solo espacio, no lo dividas. Y cuando estés bailando, haciendo "fiare Krishna, Hare Rama", ¡disfrútalo! Es la forma en que estás floreciendo en este preciso instante. "Hare Krishna, Hare Rama" puede convertirse en un florecimiento para ti; se ha transformado en un florecimiento para muchos. Cuando Chaitanya Mahaprabhu estaba danzando por los pueblos de Bengala y haciendo su cántico "fiare Krishna, Hare Rama", fue un florecimiento. Fue una de las cosas más hermosas que hubiera ocurrido jamás. No sólo es Buda sentado bajo un hermoso árbol bodhi; un Chaitanya Mahaprabhu danzando en las calles con "fiare Krishna, Hare Rama" también es hermoso. Es lo mismo, sólo que en el polo opuesto.
Puedes sentarte debajo de un árbol y puedes olvidarte de ti mismo tan completamente como si hubieras desaparecido. Puedes bailar en la calle y estar tan absorto en tu cántico, en tu canto, en tu danza, tan absolutamente como si hubieras desaparecido. El secreto es la completa absorción, dondequiera que ocurra.
Les ocurre a diferentes personas de diversas maneras. No podemos imaginar a Buda bailando; no era su estilo, él no era del tipo bailarín. Tal vez sí sea tu estilo, así que no te obligues a sentarte debajo de un árbol bodhi, si no quieres tener problemas. Forzarte y sentarte debajo de un árbol sería violento. Tu rostro ya no sería como el de Buda; sería un rostro torturado, sería una autotortura.
Encuentra la forma en que se mueve tu nube, por dónde navega, y otórgale completa libertad para desplazarse y navegar. Adondequiera que vaya, llegará a lo divino. Simplemente, no luches; flota. No empujes el río; flota con él. Una danza es hermosa, pero debes estar completamente metido en ella: ése es el punto. No rechaces nada; el rechazo es irreligioso. Acepta completamente; la aceptación es una plegaria.
Referencia:
El dios de todos (Osho)
Un camino espiritual para descubrir a Dios
Fotografía tomada de internet