Si usted ve las cosas con verdadera lucidez, entonces no hay adherencia en su relación con ellas. Vienen – agradables y desagradables –, usted las ve, y no hay apego. Llegan y pasan. Aún si aparecen las peores clases de impurezas, tales como la codicia y la ira, hay suficiente sabiduría como para ver su naturaleza impermanente y tan sólo dejar que se desvanezcan. Sin embargo, si usted reacciona frente a ellas, con gusto o aversión, no hay sabiduría. Sólo está creando más sufrimiento para usted mismo.
Extracto del libro:
No Ajahn Chah
Reflexiones
Fotografía de Internet