Un universo tan inmenso funciona sin gobierno. Los animales, los árboles, todo funciona sin gobierno. ¿Por qué necesita un gobierno el ser humano? Algo tiene que haber salido mal. ¿Por qué es el hombre tan neurótico que no puede vivir sin gobernantes?
Se trata de un círculo vicioso. El ser humano puede vivir sin gobiernos, pero nunca se le ha presentado la oportunidad: los gobiernos no te darán esa oportunidad. Cuando comprendes que puedes vivir sin dirigentes, ¿quién querría mantenerlos? ¿Quién querría que siguieran ahí?
Ahora estás manteniendo a tus enemigos. Votas una y otra vez a tus enemigos. En la lucha por la presidencia se enfrentan dos enemigos, y tú eliges. Los dos son iguales. Es como si te dieran libertad para elegir a qué prisión quieres ir. Y tú votas tan contento: me gustaría ir a la prisión A o a la B; creo en la prisión republicana, o en la demócrata, pero las dos son prisiones. Y en cuanto empiezas a apoyar una prisión, esa prisión tiene su propia inversión. No te dejará que pruebes la libertad.
De modo que desde la infancia no nos dejan que probemos la libertad, porque en cuanto sabemos en qué consiste ésta, no hacemos concesiones, no transigimos, no estamos dispuestos a vivir en una celda oscura. Preferiríamos morir a dejar que nos redujeran a la esclavitud.
Seremos enérgicos.
Naturalmente, a un rebelde no le interesa lo más mínimo ejercer el poder sobre otras personas. Eso son signos de neurosis, cuando quieres ejercer el poder sobre otras personas. Eso simplemente demuestra que eres impotente y que tienes miedo de que si no adquieres poder serás dominado por otros.
Dice Maquiavelo que la mejor forma de defensa es el ataque. La mejor forma de protegerse es atacar primero. Los llamados políticos, del mundo entero, en Oriente, en Occidente, son en el fondo personas muy débiles, con complejo de inferioridad, con miedo de que si no son políticamente poderosos alguien los explote, así que mejor explotar que ser explotado. El explotado y el explotador van en la misma barca, y los dos reman para mantener la barca a flote.
Bibliografía:
Alegría: Osho
Fotografía tomada de internet