Al desnudo sin creencias
Las cosas adquieren el significado que les damos. Toda nuestra vida es un juego de fantasías: Formulamos nuestras creencias y luego las creemos.
Lo imaginamos todo en el proceso, y cada momento tenemos la libertad de crear una nueva historia. Tenemos libertad de decidir el significado de las cosas, y además la libertad de cambiar de parecer y decidir que lo contrario es lo real. Así que cuando piensa que su iluminación espiritual es importante, entonces lo es. Cuando considera que la misma es insignificante, entonces lo es. Cuando piensa que lo que hace es inútil, entonces lo es. Cuando siente que debe morir su ego, entonces parecerá que debe atravesar esa experiencia.
Con esto no pretendo decir que usted decide lo que sucede. Me refiero a que cuando algo sucede, usted le asigna significado. El significado es como una obra de arte que realizamos con nuestros pensamientos y que debemos constantemente retocar y recrear. Esto no quiere decir que las cosas no tienen significado, al menos que usted decida que no lo tienen; solo significa que el significado que tiene algo, es porque se lo asignamos.
Dada la naturaleza siempre cambiante del pensamiento y por tanto su significado, la mejor estrategia es creer en lo que crees pero con algo de flexibilidad. Necesitamos cierta estructura de creencias para poder funcionar en el mundo y estar orientados. Pero no necesitamos un pensamiento o fórmula final acerca de cómo funcionan o que significan las cosas. Puede jugar con las creencias y significados, y ver qué efecto tienen. Si una creencia es útil —maravilloso. Y si no lo es—maravilloso, porque así la puedes cambiar.
En medio de toda esta exploración de creencias, también cabe tomar un descanso y simplemente no creer. No sugiero con esto que usted decida que las cosas carecen de significado, sino que tome un descanso de conocer o preguntarse por el significado de la cosas. No saber solamente es un problema si usted siente que importa lo que piensa. Si tiene una idea de lo fantasiosos que son los pensamientos, entonces se sentirá bien desnudarse y pasar un tiempo sin creencia alguna. Luego, si para variar desea creer algo, vístase de creencias nueva vez.
Cuando se permite no saber, se presenta la posibilidad de ver las cosas como en realidad son. E incluso entonces, es aceptable inventar una historia y creer que es real, luego ver así la realidad. Lo ulterior no es un cese completo y permanente de conocimiento, sino la flexibilidad de saber o no saber, de momento a momento. Esto incluye la flexibilidad de experimentar las profundidades del puro Ser sin el filtro del conocimiento, y además incluye cada conocimiento, creencia o significado que haya experimentado. La flexibilidad de saber no es una prescripción o algo que se alcanza, sino una descripción de su consciencia como es ahora y como ha sido siempre.
Todo lo que ha vivido ha sido una expresión de esta capacidad de hacer creer. No existe la experiencia correcta o incorrecta. La vida le muestra la gran gama de su consciencia, desde sus conocimientos limitados hasta la dimensión sin fronteras de la realidad, sin un filtro de significado o creencias. Es el baile entre estas dos—realidades y creencias—que constituye su experiencia en cada momento. ¡Más vale que disfrute el espectáculo!
Extracto del libro:
Eso es eso
aka Nirmala
Fotografía tomada de internet