III.- Y la tercera idea que creo que es un punto de referencia podría enunciarla de la siguiente manera.
Es cierto que nadie puede hacer todo lo que quiere, pero cualquiera puede NO hacer NUNCA lo que NO quiere.
Me repito:
Nunca hacer lo que no quiero.
Incorporar este concepto como una referencia real, esto es, vivir coherentemente con esta idea, no es fácil, y sobre todo, no es gratis.
(Nada que sea bueno lo es, y esto es bueno).
Estoy diciendo que si soy un adulto nadie puede obligarme a hacer lo que no quiero hacer. Lo máximo que puede pasarme en todo caso, es que el precio sea mi vida.
(No es que yo minimice este costo, pero sigo pensando que es diferente creer que no puedo hacerlo, a saber que hacerlo me costaría la vida).
Sin embargo en lo cotidiano, en el pasar de todos los días, los precios son mucho más bajos. En general, lo único que es necesario, es incorporar la capacidad de renunciar a que algunos de los otros me aprueben, me aplaudan, me quieran.
(El costo, como me gusta decirlo a mí, es que, cuando uno se anima a decir No, empieza a conocer algunos aspectos desconocidos de sus amigos: la nuca, la espalda, y todas esas otras partes que se ven sólo cuando el otro se va).
Estas tres verdades son para mí, ideas-montaña, ideas-río, ideas-estrella.
Verdades que continúan siendo ciertas a través del tiempo y de las circunstancias.
Conceptos que no son relativos a determinados momentos, sino a todos y cada uno de los instantes que, sumados, solemos llamar nuestra vida.
VERDADES - MONTAÑA... para poder construir nuestra casa sobre una base sólida.
VERDADES - RIO... para poder calmar nuestra sed y para navegar sobre ellas en la búsqueda de nuevos horizontes.
VERDADES - ESTRELLA... para poder servirnos de guía, aún en las más oscuras de nuestras noches...
Extracto del libro:
Cuentos para pensar
Jorge Bucay
Fotografía de Internet