martes, 6 de julio de 2021

YOSSEL, FILÓSOFO JUDÍO


He oído acerca de un filósofo judío. Él era un campesino ordinario pero muy filosófico. Se llamaba Yossel. Pensaba acerca de todo, como suelen hacer los filósofos. Le era muy difícil hacer nada porque el pensar llenaba todo su tiempo, y cuando por fin estaba listo ya había pasado la oportunidad.

Una vez fue al mercado de una aldea cercana, para vender su trigo. Le dijo a su esposa: «En cuanto haya vendido el trigo, te mandaré un telegrama».
Vendió el trigo obteniendo una gran ganancia, y luego fue a mandar el telegrama; fue a la oficina de correos, relleno el impreso de envío, y empezó a pensar en que poner.
Escribió: «Trigo vendido provechosamente. Llego mañana. Amor y besos, Yossel».

Entonces empezó a pensar, y pensó: «Mi esposa se va a creer que me he vuelto loco. ¿Por qué ‘provechosamente’? ¿Acaso vendería el trigo con pérdidas?». Así que tachó la palabra ‘provechosamente’. Entonces se preocupó más aún, porque si había cometido un error con una palabra, puede que hubiera cometido otros errores. Así que volvió a leerlo parándose a pensar en cada palabra. Y pensó: «¿Por qué poner: ‘llego mañana’?. Acaso voy a regresar el mes que viene? ¿El año que viene? Ella ya sabe que voy a regresar tan pronto como haya vendido el trigo». Así que tachó las palabras ‘llego mañana’.

Más tarde pensó: «Mi esposa también sabe que he venido a vender el trigo, entonces para que escribir: ‘Trigo vendido’? Y también tachó eso.
Entonces se echó a reír y dijo: «Le estoy escribiendo a mi propia esposa, ¿para qué le voy a poner ‘amor y besos’? ¿Acaso le estoy escribiendo a la esposa de otro? ¿Acaso es su cumpleaños o algo por estilo?». Y también tachó eso.

Ya sólo quedaba su nombre: Yossel. Y se dijo a sí mismo: «Yossel, te has vuelto loco? Tu mujer ya sabe tu nombre». Así que rompió el telegrama, contento de haberse ahorrado un dinerillo y algunas palabras sin sentido.



FUENTE: OSHO: ‘El Libro de la Nada’, capítulo 3, tomado de la dirección internet www.oshogulaab.com