lunes, 4 de noviembre de 2013

PAREJAS DE COMPETIDORES


Cuando él se esfuerza en demostrar que es mejor educador que ella; cuando ella le echa en cara que gana más dinero que él, o que los hijos la quieren más; cuando él quiere dejar claro que su modo de cocinar es infinitamente más bueno que el de ella o ésta le demuestra que su vida social es más divertida que la de él, estamos hablando de competitividad en la pareja.

Parece que en nuestra programación genética quedaron instaladas de serie un paquete de aplicaciones antiguamente útiles para la supervivencia, una de ellas está relacionada con esa actitud competitiva, “sobrevive el mejor”. En nuestros días se podría traducir por: “tu valía depende de ser, hacer y tener más que los demás”. Si a ello añadimos la crianza en una hermandad numerosa, o no tan numerosa pero con pocos recursos, o unos padres que nos comparen constantemente con hermanos, primos, compañeros o vecinos, la lucha por “ser el /la mejor” se convierte en una actitud constante en la vida.

Socios rivales compitiendo, hunden la empresa; socios unidos colaborando, la hacen crecer.

¿Vives la pareja como un juego de “hundir el barco”?, ¿o como un remar juntos hacia la orilla de vuestros proyectos?

Tomado del blog:
Plano Sin Fin