martes, 9 de febrero de 2016

SERVIR A NUESTRO PAÍS


El Gobierno francés se está esforzando mucho por ocuparse de los jóvenes violentos y tiene para ello cierta visión. Entiende que la violencia y el sufrimiento de estos jóvenes los ha causado la sociedad. Para saber cómo responder, hemos de escuchar como lo haría un médico. Hemos de escuchar con gran atención al organismo de la sociedad, para ver por qué los jóvenes se vuelven tan violentos y se enfurecen. Si lo hacemos, veremos que sus raíces de la ira y la violencia se encuentran en la familia, en la forma en que los padres se comportan en la vida cotidiana. Y las raíces de la violencia de la familia se encuentran en la forma en que la sociedad está organizada y en el modo de consumir de la gente.

El Gobierno también está compuesto por personas. Está formado de padres, madres, hijos e hijas, y estos padres, madres, hijos e hijas pueden llevar en ellos la violencia que hay en sus familias. Por eso, si el primer ministro francés no hace la práctica de observar profundamente, si no ve la ira, la violencia, la depresión y el sufrimiento que hay en él, no podrá comprender la violencia, la ira y la depresión que hay en la generación más joven. También debe comprender a los miembros del Gobierno que intervienen en el Ministerio de la Juventud, en el Ministerio de Educación, etcétera, y ver su sufrimiento. Como ciudadanos, como Gobierno, hemos de actuar, pero ¿en qué debe basarse nuestra actuación? En la comprensión.

Si hemos practicado el observar con la suficiente profundidad para ver las raíces de la ira y la violencia que hay en nuestra sociedad, tendremos mucha compasión por los jóvenes. Sabremos que limitarnos a encarcelarlos y a castigarlos no sirve para nada. Eso es lo que Jospin, el antiguo primer ministro francés, dijo. Así que él y su Gobierno tienen cierta visión. Pero nosotros como personas, como ciudadanos, hemos de ayudar, hemos de colaborar para que este tipo de visión se vuelva más profunda. Como educadores, padres, artistas o escritores, hemos de practicar para obtener la suficiente visión para ayudar a nuestro Gobierno.

Debes practicar incluso aunque pertenezcas a un partido distinto del que está gobernando. Cuando ayudas al partido que está gobernando, estás ayudando a tu país. Es a tu país al que has de ayudar, y no al partido político. Y si el actual primer ministro de tu país tiene ahora la oportunidad de hacer algo para mejorar la situación de los jóvenes, la forma adecuada de ayudar a tu país es ofrecerle tu visión y tu ayuda. Eso no significa que traiciones a los miembros de tu partido, porque este sólo existe para servir a tu país, no para crear dificultades. Por tanto, como político, has de practicar la no-dualidad. Has de ver que la compasión está por encima de cualquier afiliación política, lo cual no es una política partidista sino inteligente. Hay políticos que son humanos, que se fijan la meta de alcanzar el bienestar y la transformación de la sociedad, en vez de desear sólo adquirir poder.

Extracto del libro:
LA IRA (El dominio del fuego interior)
Thich Nhat Hanh
Fotografía de Internet