lunes, 31 de octubre de 2016
¿QUÉ ES UN FÁRMACO PSICODÉLICO?
Claudio Naranjo: Una sustancia que moviliza la conciencia del que la toma.
¿Con qué objetivo?
Ayudarle a entender qué le sucede a su psique, para poder integrarlo y así mejorar su vida.
¿Qué sustancias maravillosas son esas?
Yo he investigado cuatro psicodélicos, como médico: ayahuasca, hongos, iboga y MMDA.
Son drogas.
Son psicofármacos. La “guerra contra las drogas” los satanizó, frenó la investigación científica sobre sus efectos terapéuticos.
¿Ha probado esos psicodélicos?
En experimentos personales en los años sesenta, pese a las legislaciones prohibicionistas.
¿Bajo mano?
Guiado por expertos, y amparado por una universidad en Chile y por el gobierno de Brasil. Y por eso expongo mis conclusiones.
Que el uso terapéutico de psicodélicos ha mejorado la vida de muchos pacientes míos. Empezando por mí mismo…
¿Médico, cúrate a ti mismo?
La farmacéutica Sandoz nos distribuía ampollas con dosis de LSD para experimentar, en 1960. En un cuarto insonorizado y oscuro, me inyectaron 60 microgramos de LSD…
¿Y qué tal?
El techo devino transparente. Cuatro horas más tarde, ya en casa, vi a mis plantas respirar. Escribí algo, y resonó la voz de Neruda, oceánica, abarcando todas las emociones. Y oí un fragmento de la música trágica de la ópera Carmen, cuando el torero la amenaza.
Visiones, pero… ¿se curó de algo?
Yo era patológicamente tímido y aterrado por lo trágico: todo eso afloró, y entendí que vivía desconectado de mí, con la ciencia como refugio.
La ciencia está bien.
Pero no podía amar. A causa de un vínculo roto tempranamente con mi madre: me lo desveló otra dosis. Decidí apostar por amar a una mujer. Y… me dejó. Me deprimí muchísimo… ¡Pero yo ya estaba en el camino!
¿Qué camino?
El mío, el de reconectarme conmigo mismo. Las experiencias psicodélicas son transformadoras: súbitamente, me sentí capaz de ayudar a otros.
¿Y qué hizo?
Mejoré la vida de mis pacientes. Y presenté informes… que mis colegas criticaron, cargando contra la evidencia de los hechos.
¿Y eso por qué? Si demostraba ser útil…
La soberbia académica no puede aceptar saberes que asocia a chamanes analfabetos.
¿Ese prejuicio académico llevó a la prohibición?
Eso y una reacción autoritaria del gobierno estadounidense en 1964… ante el entusiasmo desmedido de los hippies y de Timothy Leary.
Profesor universitario y escritor, ¿no?
De Harvard, sí: fue expulsado. Iniciado por mi gran amigo Frank Barron, Leary se obsesionó con promover el libre consumo de LSD entre los jóvenes…
Y el gobierno se asustó.
Dos arrogancias chocaron, la cultura y la contracultura. Y ahí se inventó una guerra contra la droga…, con la excusa de la salud.
¿Excusa? Algo habría…
No. Los psicodélicos no dañan cromosomas, no son adictivos, no provocan locura ni suicidios. Y con todo esto la ciencia perdió: ¡todos perdimos! Algunos, discretamente, siguieron experimentando en Palo Alto sobre LSD y creatividad, ahí Aldous Huxley.
¿Qué psicopatologías pueden curarse con psicodélicos?
Rechazo hacer listas, sostengo que la experiencia psicodélica es liberadora: exacerba tu sentido crítico ante dogmas y autoritarismos externos e internos. Te hace filósofo, te libera de muchas riendas, del mal emocional. ¡Y por eso es una experiencia curativa!
¿De dónde deriva el mal emocional?
De haber reprimido nuestro fondo animal. Reconcíliate con él y recuperarás salud. No seas sólo una máquina intelectual.
Extracto de una entrevista con Claudio Naranjo en La Vanguardia.
Tomado de la página web de Plano Sin Fin.
http://planosinfin.com/que-es-un-farmaco-psicodelico/
¿QUÉ ES UN FÁRMACO PSICODÉLICO?
Claudio Naranjo: Una sustancia que moviliza la conciencia del que la toma.
¿Con qué objetivo?
Ayudarle a entender qué le sucede a su psique, para poder integrarlo y así mejorar su vida.
¿Qué sustancias maravillosas son esas?
Yo he investigado cuatro psicodélicos, como médico: ayahuasca, hongos, iboga y MMDA.
Son drogas.
Son psicofármacos. La “guerra contra las drogas” los satanizó, frenó la investigación científica sobre sus efectos terapéuticos.
¿Ha probado esos psicodélicos?
En experimentos personales en los años sesenta, pese a las legislaciones prohibicionistas.
¿Bajo mano?
Guiado por expertos, y amparado por una universidad en Chile y por el gobierno de Brasil. Y por eso expongo mis conclusiones.
Que el uso terapéutico de psicodélicos ha mejorado la vida de muchos pacientes míos. Empezando por mí mismo…
¿Médico, cúrate a ti mismo?
La farmacéutica Sandoz nos distribuía ampollas con dosis de LSD para experimentar, en 1960. En un cuarto insonorizado y oscuro, me inyectaron 60 microgramos de LSD…
¿Y qué tal?
El techo devino transparente. Cuatro horas más tarde, ya en casa, vi a mis plantas respirar. Escribí algo, y resonó la voz de Neruda, oceánica, abarcando todas las emociones. Y oí un fragmento de la música trágica de la ópera Carmen, cuando el torero la amenaza.
Visiones, pero… ¿se curó de algo?
Yo era patológicamente tímido y aterrado por lo trágico: todo eso afloró, y entendí que vivía desconectado de mí, con la ciencia como refugio.
La ciencia está bien.
Pero no podía amar. A causa de un vínculo roto tempranamente con mi madre: me lo desveló otra dosis. Decidí apostar por amar a una mujer. Y… me dejó. Me deprimí muchísimo… ¡Pero yo ya estaba en el camino!
¿Qué camino?
El mío, el de reconectarme conmigo mismo. Las experiencias psicodélicas son transformadoras: súbitamente, me sentí capaz de ayudar a otros.
¿Y qué hizo?
Mejoré la vida de mis pacientes. Y presenté informes… que mis colegas criticaron, cargando contra la evidencia de los hechos.
¿Y eso por qué? Si demostraba ser útil…
La soberbia académica no puede aceptar saberes que asocia a chamanes analfabetos.
¿Ese prejuicio académico llevó a la prohibición?
Eso y una reacción autoritaria del gobierno estadounidense en 1964… ante el entusiasmo desmedido de los hippies y de Timothy Leary.
Profesor universitario y escritor, ¿no?
De Harvard, sí: fue expulsado. Iniciado por mi gran amigo Frank Barron, Leary se obsesionó con promover el libre consumo de LSD entre los jóvenes…
Y el gobierno se asustó.
Dos arrogancias chocaron, la cultura y la contracultura. Y ahí se inventó una guerra contra la droga…, con la excusa de la salud.
¿Excusa? Algo habría…
No. Los psicodélicos no dañan cromosomas, no son adictivos, no provocan locura ni suicidios. Y con todo esto la ciencia perdió: ¡todos perdimos! Algunos, discretamente, siguieron experimentando en Palo Alto sobre LSD y creatividad, ahí Aldous Huxley.
¿Qué psicopatologías pueden curarse con psicodélicos?
Rechazo hacer listas, sostengo que la experiencia psicodélica es liberadora: exacerba tu sentido crítico ante dogmas y autoritarismos externos e internos. Te hace filósofo, te libera de muchas riendas, del mal emocional. ¡Y por eso es una experiencia curativa!
¿De dónde deriva el mal emocional?
De haber reprimido nuestro fondo animal. Reconcíliate con él y recuperarás salud. No seas sólo una máquina intelectual.
Extracto de una entrevista con Claudio Naranjo en La Vanguardia.
Tomado de la página web de Plano Sin Fin.
http://planosinfin.com/que-es-un-farmaco-psicodelico/
TONTERÍA
Meditación
Superficialidad
Descubrimiento
He conocido a una mujer, y no una mujer del montón: una profesora de una universidad. Había meditado una vez, y vino y me dijo: Aún no he descubierto a Dios.
¡Una sola meditación! ¡Cuánto exiges de Dios! Sólo por sentarte tontamente durante unos cuarenta minutos (y estarás sentado tontamente, porque un tonto no puede sentarse de otra manera).
Puedes aparentar ser un Buda, pero se trata de algo meramente superficial. Por dentro circula y dialoga el tonto. Adentro de ti hay un mono. Puedes controlar tu cuerpo, pero el mono que hay dentro salta permanentemente de una rama a otra y parlotea permanentemente.
Por eso, siempre pienso que Darwin debía tener razón. No sé si su teoría es científicamente correcta o no pero, desde el punto de vista espiritual, cuanto más observo al hombre, más convencido estoy de que debía tener razón. El hombre tiene que derivar del mono porque, en el fondo, sigue siendo un mono. Sólo la superficie ha cambiado; sólo el cuerpo es algo diferente, pero la mente es igual. ¿Y sólo por sentarse una vez puede alguien empezar a esperar lo infinito?
Nadie parece estar relajado. Si estuvieras relajado, no habría necesidad de meditar, ya que la meditación es terapéutica: es una medicina. Si eres saludable, no la necesitas. Y jamás he encontrado un solo ser- humano que no necesite meditación. Esto quiere decir que la humanidad entera está enferma; toda la Tierra es un gran hospital.
Trata de verlo.
Referencia:
El dios de todos (Osho)
Un camino espiritual para descubrir a Dios
Fotografía tomada de internet
TONTERÍA
Meditación
Superficialidad
Descubrimiento
He conocido a una mujer, y no una mujer del montón: una profesora de una universidad. Había meditado una vez, y vino y me dijo: Aún no he descubierto a Dios.
¡Una sola meditación! ¡Cuánto exiges de Dios! Sólo por sentarte tontamente durante unos cuarenta minutos (y estarás sentado tontamente, porque un tonto no puede sentarse de otra manera).
Puedes aparentar ser un Buda, pero se trata de algo meramente superficial. Por dentro circula y dialoga el tonto. Adentro de ti hay un mono. Puedes controlar tu cuerpo, pero el mono que hay dentro salta permanentemente de una rama a otra y parlotea permanentemente.
Por eso, siempre pienso que Darwin debía tener razón. No sé si su teoría es científicamente correcta o no pero, desde el punto de vista espiritual, cuanto más observo al hombre, más convencido estoy de que debía tener razón. El hombre tiene que derivar del mono porque, en el fondo, sigue siendo un mono. Sólo la superficie ha cambiado; sólo el cuerpo es algo diferente, pero la mente es igual. ¿Y sólo por sentarse una vez puede alguien empezar a esperar lo infinito?
Nadie parece estar relajado. Si estuvieras relajado, no habría necesidad de meditar, ya que la meditación es terapéutica: es una medicina. Si eres saludable, no la necesitas. Y jamás he encontrado un solo ser- humano que no necesite meditación. Esto quiere decir que la humanidad entera está enferma; toda la Tierra es un gran hospital.
Trata de verlo.
Referencia:
El dios de todos (Osho)
Un camino espiritual para descubrir a Dios
Fotografía tomada de internet
NUESTRA ÉPOCA
Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet
domingo, 30 de octubre de 2016
EL SILENCIO
Una larga mesa de amigos, en el restorán Plataforma, era el refugio de Tom Jobim contra el sol del mediodía y el tumulto de las calles de Río de Janeiro.
Aquel mediodía, Tom se sentó aparte. En un rincón, se quedó tomando cerveza con Zé Fernando. Con él compartía el sombrero de paja, que lo usaban salteado, un día uno, al día siguiente el otro, y también compartían algunas cosas más.
—No —dijo Tom, cuando alguien se arrimó—. Estoy en una conversa muy importante.
Y cuando se acercó otro amigo:
—Me vas a disculpar, pero nosotros tenemos mucho que hablar.
Y a otro:
En ese rincón aparte, Tom y Zé Fernando no se dijeron ni una sola palabra. Zé Fernando estaba en un día muy jodido, uno de esos días que habría que arrancar del almanaque y expulsar de la memoria, y Tom lo acompañaba callando cervezas. Así estuvieron, música del silencio, desde el mediodía hasta el fin de la tarde.
Ya no había nadie en el restorán cuando se marcharon los dos, caminando despacito.
Tomado de:
Cuentos de Galeano en la Jornada
Eduardo Galeano
Fotografía de internet
EL SILENCIO
Una larga mesa de amigos, en el restorán Plataforma, era el refugio de Tom Jobim contra el sol del mediodía y el tumulto de las calles de Río de Janeiro.
Aquel mediodía, Tom se sentó aparte. En un rincón, se quedó tomando cerveza con Zé Fernando. Con él compartía el sombrero de paja, que lo usaban salteado, un día uno, al día siguiente el otro, y también compartían algunas cosas más.
—No —dijo Tom, cuando alguien se arrimó—. Estoy en una conversa muy importante.
Y cuando se acercó otro amigo:
—Me vas a disculpar, pero nosotros tenemos mucho que hablar.
Y a otro:
En ese rincón aparte, Tom y Zé Fernando no se dijeron ni una sola palabra. Zé Fernando estaba en un día muy jodido, uno de esos días que habría que arrancar del almanaque y expulsar de la memoria, y Tom lo acompañaba callando cervezas. Así estuvieron, música del silencio, desde el mediodía hasta el fin de la tarde.
Ya no había nadie en el restorán cuando se marcharon los dos, caminando despacito.
Tomado de:
Cuentos de Galeano en la Jornada
Eduardo Galeano
Fotografía de internet
Cuentos de Galeano en la Jornada
Eduardo Galeano
Fotografía de internet
NAVEGANTES
Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet
sábado, 29 de octubre de 2016
TAO TE KING: PRINCIPIO 11
Treinta rayos convergen en el buje:
es este vacío lo que permite al carro cumplir su función.
Los cazos están hechos de barro hueco:
gracias a esta nada, cumplen su función.
Puertas y ventanas se horadan para crear una alcoba,
pero el valor de la alcoba estriba en su vacuidad.
Así, lo que es, sirve para ser poseído,
y lo que no es, para cumplir una función.
Extracto del libro:
Lao-Tsé
Tao Te King
Fotografía tomada de internet
TAO TE KING: PRINCIPIO 11
Treinta rayos convergen en el buje:
es este vacío lo que permite al carro cumplir su función.
Los cazos están hechos de barro hueco:
gracias a esta nada, cumplen su función.
Puertas y ventanas se horadan para crear una alcoba,
pero el valor de la alcoba estriba en su vacuidad.
Así, lo que es, sirve para ser poseído,
y lo que no es, para cumplir una función.
Extracto del libro:
Lao-Tsé
Tao Te King
Fotografía tomada de internet
SUBIR Y BAJAR
Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet
viernes, 28 de octubre de 2016
TONGLEN: LAS 4 ETAPAS
Cuando hagas tonglen en el lugar mismo, simplemente inspira y espira, tomando el dolor y enviando alivio y amplitud.
Cuando se practica tonglen como práctica meditativa formal, tiene cuatro etapas:
1. En primer lugar, descansa la mente brevemente, durante un segundo o dos, en un estado de apertura o quietud. A este estadio se le llama tradicionalmente vislumbrar la bodhichitta absoluta o abrirse repentinamente a la amplitud y claridad básicas.
2. Segundo, trabaja con la textura. Inspira una sensación caliente, oscura y pesada —una sensación claustrofóbica— y espira una sensación fresca, brillante y ligera, una sensación de frescura. Inspira completamente, a través de todos los poros de tu cuerpo, y al espirar irradia completamente, a través de todos los poros de tu cuerpo. Repítelo hasta que sientas el movimiento sincronizado con tu inspiración y espiración.
3. Tercero, trabaja con una situación personal, cualquier situación dolorosa que sea real para ti. Tradicionalmente se empieza haciendo tonglen por alguien que nos importa y a quien queremos ayudar. Pero si te sientes atascado como he descrito antes, puedes hacer la práctica por el propio dolor que estás sintiendo y simultáneamente por todos los que sienten algún tipo de sufrimiento parecido. Por ejemplo, si te sientes inadecuado, inspira esa sensación por ti mismo y por los demás que están en el mismo barco, y envía una sensación de confianza y adecuación, o el tipo de alivio que desees.
4. Finalmente, amplía el tomar y el enviar. Si estás haciendo tonglen por alguien a quien quieres, extiéndelo a todos los que están en la misma situación que tu amigo. Si practicas tonglen por alguien que ves en televisión o por la calle, hazlo por todos los demás que comparten el mismo barco. Hazlo por más de una persona. Si lo estás haciendo por los que sienten el mismo miedo, enfado o cualquier emoción que te tenga atrapado, quizá eso sea suficiente. Pero siempre puedes ir más lejos, puedes hacer tonglen por personas a las que consideras tus enemigos, por los que te hacen daño o dañan a los demás. Haz tonglen por ellos, pensando que sienten el mismo atasco y confusión que tus amigos y que tú mismo. Inspira su dolor y envíales alivio.
El tonglen puede extenderse indefinidamente. A medida que realizas la práctica, tu compasión se va expandiendo de manera natural y también lo hace tu comprensión de que las cosas no son tan sólidas como pensabas. Según vayas practicando, gradualmente y a tu propio paso, te sorprenderá comprobar que eres más capaz de estar ahí por los demás, incluso en situaciones que antes te parecían imposibles.
Extracto del libro:
Cuando Todo Se Derrumba
Pema Chödron
Fotografía de Internet
TONGLEN: LAS 4 ETAPAS
Cuando hagas tonglen en el lugar mismo, simplemente inspira y espira, tomando el dolor y enviando alivio y amplitud.
Cuando se practica tonglen como práctica meditativa formal, tiene cuatro etapas:
1. En primer lugar, descansa la mente brevemente, durante un segundo o dos, en un estado de apertura o quietud. A este estadio se le llama tradicionalmente vislumbrar la bodhichitta absoluta o abrirse repentinamente a la amplitud y claridad básicas.
2. Segundo, trabaja con la textura. Inspira una sensación caliente, oscura y pesada —una sensación claustrofóbica— y espira una sensación fresca, brillante y ligera, una sensación de frescura. Inspira completamente, a través de todos los poros de tu cuerpo, y al espirar irradia completamente, a través de todos los poros de tu cuerpo. Repítelo hasta que sientas el movimiento sincronizado con tu inspiración y espiración.
3. Tercero, trabaja con una situación personal, cualquier situación dolorosa que sea real para ti. Tradicionalmente se empieza haciendo tonglen por alguien que nos importa y a quien queremos ayudar. Pero si te sientes atascado como he descrito antes, puedes hacer la práctica por el propio dolor que estás sintiendo y simultáneamente por todos los que sienten algún tipo de sufrimiento parecido. Por ejemplo, si te sientes inadecuado, inspira esa sensación por ti mismo y por los demás que están en el mismo barco, y envía una sensación de confianza y adecuación, o el tipo de alivio que desees.
4. Finalmente, amplía el tomar y el enviar. Si estás haciendo tonglen por alguien a quien quieres, extiéndelo a todos los que están en la misma situación que tu amigo. Si practicas tonglen por alguien que ves en televisión o por la calle, hazlo por todos los demás que comparten el mismo barco. Hazlo por más de una persona. Si lo estás haciendo por los que sienten el mismo miedo, enfado o cualquier emoción que te tenga atrapado, quizá eso sea suficiente. Pero siempre puedes ir más lejos, puedes hacer tonglen por personas a las que consideras tus enemigos, por los que te hacen daño o dañan a los demás. Haz tonglen por ellos, pensando que sienten el mismo atasco y confusión que tus amigos y que tú mismo. Inspira su dolor y envíales alivio.
El tonglen puede extenderse indefinidamente. A medida que realizas la práctica, tu compasión se va expandiendo de manera natural y también lo hace tu comprensión de que las cosas no son tan sólidas como pensabas. Según vayas practicando, gradualmente y a tu propio paso, te sorprenderá comprobar que eres más capaz de estar ahí por los demás, incluso en situaciones que antes te parecían imposibles.
Extracto del libro:
Cuando Todo Se Derrumba
Pema Chödron
Fotografía de Internet
PERFECCIONISMO
Perfeccionismo (o la angustia de ser falible)
Las mentes rígidas se obsesionan por hacer las cosas de manera impecable. Su funcionamiento cotidiano está contaminado de grandes cantidades de perfeccionismo, lo que impide que disfruten.62 La creencia de que existe una solución perfecta para las cosas, y que si esa solución no se obtiene sobreviene la catástrofe, no sólo es irracional sino que, paradójicamente, incrementa la probabilidad de cometer errores, puesto que a más miedo más bloqueo de las propias capacidades.63 En la estructura perfeccionista no hay cabida para el humor, porque ante lo paradójico, lo ingenioso o la simple broma, las reglas y la metodología se desvanecen. Si la meta personal es no equivocarse nunca, el pensamiento lúdico será visto como el principal enemigo.
Puedes jugar para divertirte o para ganar y puedes hacer actividades relajadas para pasarlo bien o para hacerlas muy bien. La diferencia entre un estilo y otro es evidente: en uno manda la alegría y en el otro, el deber alcanzar las metas. Por ejemplo, la incertidumbre puede producir risa (como en el caso de los budistas) o podría afectar a tu sistema digestivo (como en el caso de alguien muy preocupado con su éxito profesional). No estoy diciendo que porque somos inherentemente falibles hagamos de la irresponsabilidad un motivo de vida y de risa. Lo que sostengo es que, dependiendo de las circunstancias, habrá momentos en que es necesario ser perfeccionistas (por ejemplo, un cirujano plástico en plena intervención, un ministro de asuntos exteriores cuando escribe una nota diplomática debido a un incidente crítico, el piloto de un avión cuando los radares fallan), y habrá situaciones en las que el perfeccionismo es un verdadero estorbo (por ejemplo, al apreciar un paisaje, hacer el amor o tener una conversación entre amigos). ¿Cuál es la premisa para no irse a un extremo y hacer uso de un pensamiento flexible en el tema de la solemnidad?
Es bueno tomar algunas cosas en serio, pero no todas. Es conveniente que los proyectos de vida sean importantes, pero no sagrados e inamovibles. El perfeccionismo nos quita energía, nos pone tan alerta que no hay espacio para el disfrute.
62. Ferrari, J. R. y Mautz, W. T. (1997). «Predicting
perfectionism: Applying test of rigidity.» Journal of
Clinical Psychology, 53, 1-6.
63. Ellis, A. y Harper, R. A. (2003). Una nueva guía para una
vida racional. Barcelona: Obelisco.
Extracto del libro:
El arte de ser flexible
Walter Riso
Fotografía tomada de internet
PERFECCIONISMO
Perfeccionismo (o la angustia de ser falible)
Las mentes rígidas se obsesionan por hacer las cosas de manera impecable. Su funcionamiento cotidiano está contaminado de grandes cantidades de perfeccionismo, lo que impide que disfruten.62 La creencia de que existe una solución perfecta para las cosas, y que si esa solución no se obtiene sobreviene la catástrofe, no sólo es irracional sino que, paradójicamente, incrementa la probabilidad de cometer errores, puesto que a más miedo más bloqueo de las propias capacidades.63 En la estructura perfeccionista no hay cabida para el humor, porque ante lo paradójico, lo ingenioso o la simple broma, las reglas y la metodología se desvanecen. Si la meta personal es no equivocarse nunca, el pensamiento lúdico será visto como el principal enemigo.
Puedes jugar para divertirte o para ganar y puedes hacer actividades relajadas para pasarlo bien o para hacerlas muy bien. La diferencia entre un estilo y otro es evidente: en uno manda la alegría y en el otro, el deber alcanzar las metas. Por ejemplo, la incertidumbre puede producir risa (como en el caso de los budistas) o podría afectar a tu sistema digestivo (como en el caso de alguien muy preocupado con su éxito profesional). No estoy diciendo que porque somos inherentemente falibles hagamos de la irresponsabilidad un motivo de vida y de risa. Lo que sostengo es que, dependiendo de las circunstancias, habrá momentos en que es necesario ser perfeccionistas (por ejemplo, un cirujano plástico en plena intervención, un ministro de asuntos exteriores cuando escribe una nota diplomática debido a un incidente crítico, el piloto de un avión cuando los radares fallan), y habrá situaciones en las que el perfeccionismo es un verdadero estorbo (por ejemplo, al apreciar un paisaje, hacer el amor o tener una conversación entre amigos). ¿Cuál es la premisa para no irse a un extremo y hacer uso de un pensamiento flexible en el tema de la solemnidad?
Es bueno tomar algunas cosas en serio, pero no todas. Es conveniente que los proyectos de vida sean importantes, pero no sagrados e inamovibles. El perfeccionismo nos quita energía, nos pone tan alerta que no hay espacio para el disfrute.
62. Ferrari, J. R. y Mautz, W. T. (1997). «Predicting
perfectionism: Applying test of rigidity.» Journal of
Clinical Psychology, 53, 1-6.
63. Ellis, A. y Harper, R. A. (2003). Una nueva guía para una
vida racional. Barcelona: Obelisco.
Extracto del libro:
El arte de ser flexible
Walter Riso
Fotografía tomada de internet
Suscribirse a:
Entradas (Atom)