(Albert Einstein)
En Simplifica tu vida, Elaine St. James explica que es necesario reducir la complejidad de nuestra vida para poder disfrutar realmente de ella.
Empezó su proyecto, junto a su marido, en el momento en que «finalmente habíamos comprendido que no íbamos a ser capaces de llevar a cabo todo lo que nos habíamos propuesto, de modo que nos sentamos e hicimos recuento de lo que podíamos hacer y, lo que es más importante, de aquello que realmente queríamos hacer. Comenzamos mediante la simplificación a organizar nuestras vidas de manera que pudiéramos dedicar el tiempo y la energía suficientes a aquellas cosas que más nos importaban y desprendernos del resto».
En su libro nos guía en un proceso de simplificación que ella empezó librándose de ciertas necesidades exteriores —reduciendo su hogar, sus necesidades económicas, sus actividades...— para luego hacer más sencilla su vida cotidiana.
El primer paso hacia la simplicidad está en darnos cuenta de que muchas de las cosas que hacemos son en realidad cosas que «creemos que debemos hacer», al igual que la mayoría de las cosas que poseemos son cosas que «creemos necesitar». Por ello, prescindir de muchas posesiones y analizar nuestros gastos —de tiempo, energía y dinero— nos ayudará a averiguar qué es realmente importante para nosotros a fin de concentrarnos en ello, descartando cuanto no nos aporta nada.
Entre sus consejos para simplificar la vida destacan los siguientes:
- Reduce el desorden en tu vida. Líbrate de trastos y abrevia el tiempo que dedicas a tareas como limpiar o comprar.
- No compres nada que no necesites. Nuevos objetos significan mantenimiento y limpieza, igual que nuevas prendas de ropa. Simplifica tu vestuario y tu mobiliario.
- Vive en el espacio que necesites. Busca un piso más pequeño y cómodo.
- Reduce tu agenda. Solo haz aquello que sea necesario y que te aporte algo. Haz que tu tiempo de trabajo cunda y que tu tiempo de ocio realmente sea libre.
- Desconecta. Olvida el teléfono, el correo, los e-mails y el timbre. Atiende únicamente aquellas visitas o llamadas que quieras o debas atender.
- Sanea tu economía. Salda tus deudas, replantéate tus hábitos de compra y vive con la mitad.
- Dedícate a aquello que te haga disfrutar. Busca un trabajo que te permita aprender, crecer y dar lo mejor de ti mismo. No seas esclavo de tu trabajo, y trabaja en tu casa o cerca de ella.
- Practica meditación y yoga. Y ríe y juega sin parar.
- Sé tú mismo y confía en tu intuición. Elimina aquellas relaciones que no significan nada para ti.
- Disfruta de la compañía, pero también de la soledad.
Tomado del libro:
Einstein para despistados
Allan Percy
Fotografía de Internet