Reflexión del chiste de los mil euros...
Alejandro Jodorowsky: Un marido mira la televisión mientras su mujer está tomando una ducha. Llaman a la puerta y el marido grita: “¡María, ve a abrir porque yo estoy mirando mi match de fútbol!”. Su mujer sale de la ducha, envuelta en una toalla, y va a abrir la puerta. El vecino de ellos la observa y le dice: “Señora, si se quita la toalla y deja que la vea desnuda, le doy mil euros.” María lo piensa unos segundos y luego deja caer la toalla. El vecino parece comérsela con los ojos, luego le da mil euros y se va. La mujer entra al salón, feliz con sus mil euros. El marido le pregunta:
“¿Quién era?” Ella responde: “El vecino”. El marido sonríe: “¡Ah, seguro que me vino a devolver los mil euros que le había prestado!”
Este chiste puede ser muy profundo si se le da un simbolismo metafísico. Hay un propietario, todopoderoso, que mira un juego creado por él: es Dios frente a su Universo. Y la mujer desnuda es el alma del mundo, tal como se la representa en el Arcano 21 del Tarot… Tu tú eres el/la vecin@, te han prestado mil euros, algo de un inmenso valor, la vida. Tú, el vecino, eres el Ego, el individuo. Todo lo que tienes te lo han prestado. Esa vida tendrás que devolverla. Partirás sin nada. Continuamente estás muriendo, transformándote. Antes de morir quieres conocerte, llegar a ser lo que eres, ver tu alma en toda su infinita belleza. Trabajando con perseverancia, meditando, introspeccionándote, llegas a sentirla, pero no como quisieras, no totalmente. Sabes que es de una inmensa belleza, porque no puede ser de otra manera. Si estás viv@ es porque el Universo te ha producido, y. como todas la creaciones divinas, tu Ser esencial es sublime… Si logras vislumbrar la luminosidad de tu alma, te sientes feliz y al mismo tiempo sufres porque recuerdas que debes devolverla. Tu intelecto devolverá sus pensamientos, tu corazón devolverá sus sentimientos, tu sexo devolverá sus deseos, tu cuerpo devolverá su materia.
El hombre que mira la televisión pregunta: “¿Quién era?” Y su mujer, que guarda los mil euros porque piensa que son de ella, que los ganó mostrándose, responde: “Era el vecino”. Dios le responde: “Lo que crees que es tuyo, no lo es. Es mío.”. Incluso ese Ser esencial, que es lo más bello de ti mismo, no te pertenece. Pertenece al amo de la casa. Este amo no se mueve, porque observa el espectáculo del mundo que ha creado. María, el alma, va a darle al dueño de la casa los mil euros y éste va a recibir la energía que viene de tu Ego, que viertes en tu Ser esencial, quien la entrega al Dios interior. Tu Dios interior va a continuar mirando el juego que el mismo dirige. El Dios interior es un aspecto del Dios exterior, a quien todo le pertenece.
Pero, ¿de dónde obtiene el aparto de televisión su energía? Está conectado a una fuente. Si se le desconecta, se apaga. Eres como un teléfono móvil: si se descarga lo tienes que enchufar y ponerlo a cargar para que vuelva a funcionar. Todo tu ser, con su Ego, su Ser esencial, su Alma, su Dios interior, deben conectarse a la energía cósmica, divina. Si no te unes al Todo, no conoces la alegría de vivir.